APORTACIONES DE NIKOLA TESLA


 1. BOBINA DE TESLA

Con 35 años, Nikola Tesla registró en 1891 la madre de sus más de 300 patentes, la que hoy conocemos como ‘bobina de Tesla’: un transformador eléctrico compuesto por varios circuitos resonantes acoplados. El propio inventor utilizó diferentes variantes de esta bobina como base para multitud de experimentos posteriores, con los que estudió fenómenos como la fosforescencia o los rayos X, y exploró nuevas posibilidades para el alumbrado eléctrico y la transmisión de energía sin cables.



2. TRANSMISOR AMPLIFICADOR

«De todos mis inventos, estoy seguro de que el transmisor amplificador será el más importante y valioso para las generaciones futuras», afirmó Nikola Tesla en su autobiografía. No en vano, él diseñó esta versión avanzada de su bobina de Tesla para realizar experimentos en busca de su gran sueño: prescindir de cables para las telecomunicaciones y la transmisión de electricidad.



En 1899 Tesla construyó, en su laboratorio de Colorado Springs (a donde se había mudado desde Nueva York), un transmisor amplificador de más de 15 metros de diámetro, capaz de producir corrientes de altísimo voltaje (hasta 4 millones de voltios) y rayos de descarga de hasta 40 metros de longitud. Tesla empleó en esas instalaciones los 100.000 dólares que le había aportado un inversor para otro fin, el de desarrollar un nuevo sistema de alumbrado público. Y tras nueve meses de experimentos, Tesla creyó haber logrado transmitir electricidad sin cables y dio el siguiente paso hacia su sueño inalámbrico.


3. SISTEMA INALÁMBRICO MUNDIAL

Animado por los resultados de sus experimentos en Colorado Springs, Tesla regresó a Nueva York y a finales del año 1900 convenció al banquero J.P. Morgan para que le financiara la construcción de una estación de telecomunicaciones inalámbrica (la Torre Wardenclyffe) con la que lograr transmitir mensajes al otro lado del océano Atlántico antes que su rival Guglielmo Marconi.

Marconi lo estaba intentando con un radiotelégrafo. Tesla quiso hacerlo con una nueva tecnología y su ambición le llevó a incluir en el sistema su idea de transmisión inalámbrica de electricidad. Pero Morgan no quiso aportar la financiación extra necesaria y la Torre Wardenclyffe fue abandonada en 1906, sin haber llegado nunca a entrar en funcionamiento.

Tesla aspiraba a llevar electricidad y comunicaciones a cualquier lugar del mundo, con una red de unas 30 estaciones inalámbricas que utilizarían la propia Tierra y su atmósfera para conducir la electricidad mediante una nueva clase de ondas estacionarias que decía haber descubierto. Durante décadas no se cansó de argumentar que su sistema era superior al de las ondas de radio. Pero lo cierto es que nunca demostró haber transmitido electricidad sin cables más allá de unos pocos metros de distancia.


4. MÁQUINAS MÁS EFICIENTES

Para celebrar su 50 cumpleaños, en 1906 Tesla hizo una demostración de una turbina sin aspas con la que pretendía competir en eficiencia con los motores de pistones. En 1913 patentó el invento (que nunca llegó a desarrollarse comercialmente) con el deseo de aplicarlo al aprovechamiento de energía geotérmica.

Años antes había patentado un generador eléctrico, el oscilador de Tesla, para reemplazar a las ineficientes máquinas de vapor que se usaban entonces para producir electricidad. Pero su invento fue superado en eficiencia por las modernas turbinas de vapor. Experimentando con una pequeña versión de su oscilador, Tesla aseguró haber alcanzado la frecuencia de resonancia de su edificio, haciendo que sus vecinos llamaran a la policía, alarmados por las sacudidas y temblores. Otra versión de la historia sitúa al escritor Mark Twain (amigo de Tesla) experimentando un potente efecto laxante debido a las vibraciones del oscilador. Y en la fiesta de su 79 cumpleaños Tesla contó a la prensa que su oscilador podría derribar el Empire State o incluso partir en dos la corteza terrestre. Se le conoce popularmente como la ‘máquina de terremotos de Tesla’, aunque en 2006 una versión moderna del oscilador no logró provocar grandes vibraciones cuando fue puesto a prueba en el programa de TV “Cazadores de Mitos”.


5. ENSEÑANZA ELÉCTRICA

Convencido de las bondades de la corriente alterna, Tesla desarrolló incluso su propia versión del brain-training, teorizando que la aplicación de electricidad al cerebro estimularía la inteligencia, «del mismo modo en que estimula el crecimiento de las plantas». En 1912 la revista Popular Electricity Magazine publicó su plan para aplicar una especie de masaje molecular a los estudiantes, mediante corrientes eléctricas de alta frecuencia, para facilitarles el aprendizaje e incluso «convertir a los alumnos torpes en brillantes, saturando las aulas con ondas eléctricas infinitesimales».


El proyecto con el que Tesla pretendía mejorar el nivel educativo y la salud de los estudiantes consistía en cablear las paredes de las aulas cuidadosamente, sin que los pupilos pudieran darse cuenta. El entonces superintendente escolar de Nueva York, William H. Maxwell, dio inicialmente su visto bueno al plan de Tesla, aunque ese experimento nunca llegó a realizarse.


6. LUCES DE NEÓN

Otros de los grandes inventos que se le atribuyen son las luces de neón, que según numerosas referencias Tesla demostró en la Exposición Universal de Chicago (1893). Sin embargo, el gas neón no se descubrió hasta 1898 y la primera lámpara de neón la presentó el francés Georges Claude en el Salón del Automóvil de París en 1910.


8. MOTOR DE INDUCCIÓN

En mayo de 1888 Nikola Tesla publicó un artículo científico en el que detallaba el funcionamiento del que sería su mayor éxito como inventor: el motor de inducción, de corriente alterna, con grandes ventajas sobre los motores eléctricos de corriente continua. Su principio de funcionamiento era generar movimiento en el motor mediante campos magnéticos rotantes, producidos por una corriente alterna polifásica.

Dos meses antes el italiano Galileo Ferraris había presentado su propio motor de inducción, llegando de manera independiente a la misma tecnología innovadora. El magnate George Westinghouse, que estaba desarrollando la aplicación comercial de la corriente alterna se interesó por ambos diseños y finalmente decidió que la patente de Tesla tenía más posibilidades. Westinghouse escogió su motor de inducción para competir con General Electrics y Thomas Edison en la llamada ‘Guerra de las corrientes’. Por eso Tesla es citado habitualmente como El inventor del motor de inducción, aunque debe compartir ese honor con Ferraris; algo muy habitual en la historia de la ciencia, pues grandes avances como la teoría de la evolución, la tabla periódica o el teléfono fueron desarrollados de manera independiente, y casi al mismo tiempo, por distintas personas, que se apoyaron en las ideas previas de otros investigadores.

Comentarios